jueves, 8 de abril de 2010

10º NUCLEOS AFROCOLOMBIANOS

Las principales áreas culturales afro colombianas abordadas son el litoral Caribe; el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina; el litoral Pacífico y las zonas de migración reciente. Para cada una de ellas se desarrollaran los siguientes aspectos: las particularidades geográficas, la importancia histórica y demográfica, los manejos tecno ambientales y tecno-económicos, los procesos de titulación colectiva de tierras, los indicadores de educación, salud, servicios públicos, empleo y vivienda, las relaciones interétnicas, la discriminación social y racial, el desplazamiento forzado y el impacto del conflicto armado, y la puesta en marcha de la cátedra de estudios afro colombianos.

Hoy en día el litoral Caribe cuenta con un número significativo de población descendiente de africanos. El departamento del Magdalena ocupa el segundo lugar en cuanto al número de habitantes afro colombianos, después del Chocó. Les sigue Bolívar, con aproximadamente 797.927 habitantes, cifra que representa el 66% de la población total. Córdoba cuenta con 801.324, lo cual significa el 59.2%. En Sucre hay 489.171 afro descendientes, es decir, el 65.3%. El Cesar posee 421.749, que representan el 48.3% y La Guajira se reporta con 184.941 habitantes, que equivalen al 40.26%.

De igual manera, la población afro descendiente en áreas urbanas es significativa; Barranquilla tiene 689.974 habitantes, en Cartagena habitan 598.307 y en Santa Marta suman 218.238.

En el departamento del Cesar se encuentran ubicadas aproximadamente setenta y cuatro localidades afro colombianas, entre las que sobresalen por su alto número de habitantes. En Córdoba la presencia es amplia de estas comunidades

PALENQUE PATRIMONIO INMATERIAL

Descripción del espacio cultural:
Palenque de San Basilio es una comunidad fundada por los esclavizados que se fugaron y se refugiaron en los palenques de la Costa norte de Colombia desde el siglo XV. El término palenque se define como aquel lugar poblado por cimarrones o esclavizados africanos fugados del régimen esclavista durante el período colonial. De ahí que se convirtió en sinónimo de libertad ya que toda persona que llegaba a formar parte de un palenque era automáticamente libre (1). De los numerosos palenques existentes en la Colonia, San Basilio es el único que ha permanecido hasta nuestros días librando permanentes batallas para conservar su identidad y sus elementos culturales propios. De ahí que Palenque de San Basilio sea cuna y testimonio de la riqueza y trascendencia cultural africana en el territorio colombiano.
La comunidad de Palenque de San Basilio conserva una conciencia étnica que le permite entenderse como pueblo específico, con la única lengua criolla con base léxica española en la diáspora africana en el continente americano, una organización social sui generis basada en los ma-kuagro (grupos de edad), así como con complejos rituales fúnebres como el lumbalú o prácticas médicas tradicionales que evidencian un sistema cultural y espiritual excepcional sobre la vida y la muerte en la comunidad de Palenque. Por todo lo anterior, Palenque de San Basilio ejerce una fuerte influencia en toda la región Caribe colombiana y simboliza la lucha de las comunidades afrocolombianas por la abolición de la esclavitud, la reivindicación étnica, la convivencia y el reconocimiento de la diversidad cultural de la nación.

Tanto el Estado colombiano como la comunidad de Palenque han formulado y desarrollado varias acciones en favor de la preservación, conservación y protección de diferentes expresiones y saberes que constituyen la base de la identidad palenquera. Sin embargo, fenómenos tales como la discriminación racial, la aculturación, la migración forzada y la falta de planes de transmisión cultural, han afectado la continuidad del uso de la lengua, de las expresiones rituales y musicales propias, la transmisión del saber en medicina tradicional, en detrimento tanto de la estabilidad social y cultural de la comunidad como de la diversidad cultural del país.

Palenque: primer pueblo libre de América

Palenque es el más importante símbolo viviente de las luchas cimarronas por la emancipación de los esclavizados así como del más significativo proceso de paz adelantado en suelo Americano en el cual La Corona española reconoció su autonomía como pueblo de afrodescendientes. De ahí que, haciendo eco de una importante publicación [2], se conozca a Palenque de San Basilio como el primer pueblo libre de América.
El hecho de que Palenque de San Basilio encarna y representa los esfuerzos de los primeros cimarrones en su lucha contra la esclavitud desde el siglo XVI constituye un valor excepcional en el patrimonio inmaterial de la humanidad reforzado por la declaratoria de la UNESCO del presente año del 2004 como el Año Internacional para conmemorar la lucha en contra de la esclavitud y su abolición,
La gesta de los palenqueros y palenqueras es prueba singular de la capacidad del ser humano por superar el yugo de la esclavización. Benkos Bioho encarna esta gesta por la libertad y por la dignidad del ser humano. Esto perfila a Palenque de San Basilio como un espacio cultural que amerita ser reconocido por su contribución a la emancipación y dignidad de todos los que han sufrido en carne propia la infamia de su esclavización.

LENGUA PALENQUERA: Reliquia lingüística para el mundo y medio privilegiado de la riqueza oral y de la identidad de la comunidad

Como lo han demostrado innumerables estudios lingüísticos [3], la lengua palenquera es la única lengua criolla de base léxica española que ha sobrevivido en América, lo cual le ha conferido el estatus especial de reliquia lingüística en el mundo en general. En el mundo sólo existe otra lengua criolla de estrato hispánico en las Filipinas. Además, el palenquero es la única lengua creole con una marcada influencia bantú hablada hoy por los descendientes de la diáspora africana en Colombia. Ningún otro pueblo afrocolombiano ha conservado hasta la actualidad una lengua de esta naturaleza, lo que la hace una expresión inusitada de la diversidad cultural en el país. Esto lo hace un hecho lingüístico excepcional dentro del reconocimiento de la multiculturalidad de la nación colombiana.

Ahora bien, la lengua palenquera es el medio privilegiado del desarrollo de la tradición oral que no sólo refiere a un rico repertorio de cuentos, relatos y mitos, sino que también se amalgama estrechamente con la particular categorización del mundo y la espiritualidad de los palenqueros. La lengua es expresión de la cultura palenquera y esta cultura se encuentra inscrita en la lengua como los dos lados de una misma moneda. Igualmente, la cohesión social y la identidad de los palenqueros han encontrado en su lengua el más importante mecanismo ya que a través de su conservación y uso se han definido como palenqueros

KUAGRO: grupos de edad únicos en la diáspora afroamericana en Colombia
Los kuagro son articulaciones de organización social bastante escasos en el mundo en general. África es el continente con mayor número de reportes etnográficos sobre la presencia de grupos de edad: “De una muestra etnográfica del mundo que incluye 547 culturas, solamente un cuatro por ciento tiene grupos de edad, y dieciséis de las veintitrés culturas que los tienen se encuentran en África” [4]. Entre la literatura de la diáspora africana en el continente Americano, Palenque de San Basilio es el único caso reportado sobre la existencia y centralidad de los grupos de edad.
Para los estudiosos como Nina S de Friedemann [5], la supervivencia de estas formas de organización social en Palenque no son la conservación mecánica del legado africano por los descendientes de los africanos en el suelo Americano, sino que constituyen verdaderas estrategias adaptativas desarrollados por los palenqueros en la defensa de su territorio y autonomía frente a los efectivos o posibles ataques de los esclavizadores durante los más de trescientos años del régimen colonial. De ahí que hayan mantenido su vitalidad en la estructura social palenquera constituyendo las bisagras entre la familia y la comunidad. Los procesos de socialización así como el entramado de derechos y deberes que inscriben a un individuo específico en la cultura palenquera pasan por su pertenencia al kuagro.
A través del kuagro se tramitan temas de interés comunitario como nacimientos, noviazgos, casamientos y muertes, pero también se perpetúan valores como la honestidad, la solidaridad, la colectividad y en esencia se constituye como una unidad que teje en su conjunto a la sociedad palenquera: “Hoy los grupos de edad continúan animando las rutinas del trabajo agrícola, el cuidado del ganado y las vivencias de trances como el matrimonio y la muerte. Sus lazos aún sostienen los conjuntos o compuestos de casas y se proyectan en la dirección política del poblado, pese al proceso acelerado de cambio del presente siglo”
LUMBALÚ Y LA MEDICINA TRADICIONAL: muerte y vida en la comunidad palenquera

El lumbalú hace parte del ritual fúnebre que sólo se presenta en Palenque, lo que lo constituye un patrimonio de cultura inmaterial de excepcional valor. La excepcionalidad del lumbalú también radica en que debe ser considerado “[…] como la última costumbre de profunda raigambre cultural Africana entre los pobladores cimarrones”
Remontándose a los albores mismos de la fundación de la comunidad de Palenque, el lumbalú constituye uno de los ejes de la identidad palenquera, es referente de la tradición oral, y momento en el cual se congregan las redes familiares, los kuagro y los amigos reforzando el sentido de comunidad. Igualmente, en el lumbalú se evidencia el crucial lugar de la mujer y de las abuelas en los procedimientos rituales de elaboración colectiva del duelo.
Las tradiciones de este pueblo se caracterizan en vario símbolos representativos como son el Lumbalú, que es un ritual religioso que se realiza en los funerales y durante los nueve días y noches después del sepelio. Al difunto le cantan junto al ataúd y le tocan tamboras porque se cree que cantando y tocando tambores se hace más fácil el tránsito del muerto a la otra vida.

Los tambores también son uno de los símbolos de Palenque. Sus antepasados africanos lo utilizaron para comunicarse y danzar en los días de fiestas. Los mejores tamboreros han salido de San Basilio. Los tambores suenan a la hora de venir al mundo y a la hora de despedirlo. Convocan a la unidad. También es representativa de San Basilio de Palenque la champeta, que nació en las barriadas cartageneras. Tiene como grandes exponentes a los palenqueros.
La medicina tradicional, por su parte, constituye un complejo de saberes ancestrales que han conjugado de forma creativa el legado africano con tradiciones hispánicas e indígenas para el tratamiento de las enfermedades que no sólo suponen un detallado conocimiento y manejo de territorio palenquero, sino que también contiene concepciones y normatividades únicas sobre el cuerpo y comportamiento individual y colectivo. Debido a que la medicina tradicional es expresión de la cultura palenquera, de sus conocimientos y valores transmitidos de generación en generación, constituye un patrimonio intangible de excepcional valor. Además por su contacto con la vida y la muerte, es decir, en el momento de la muerte se presenta los ancestros o parientes a traer la muerte o la cura.

EXPRESIONES MUSICALES E IDENTIDAD PALENQUERA

Difícilmente puede encontrarse otro espacio cultural de la diáspora africana en Colombia donde las expresiones musicales tengan Las expresiones musicales no sólo son de gran valor identitario y musical para la comunidad palenquera, sino que encuentran en Palenque el único lugar donde se las práctica (son palenquero, el bullerengue sentado, entre otras). Así como es el único sitio en el Caribe continental donde se toca con la marímbula y en el mundo donde se la toca con los dedos como se hacia antes en Cuba.
En el campo musical, el espacio cultural de Palenque de San Basilio presenta una riqueza musical extraordinaria, siendo uno de los principales focos de diversidad musical del Caribe colombiano, donde además de cumplir con una función recreativa, fortalece la identidad cultural local y enriquece la memoria histórica de la comunidad. Géneros como el bullerengue sentado y el son palenquero son expresiones cotidianas de creación y recreación local, con artistas reconocidos regional y nacionalmente como Petrona Martínez y el Sexteto Tabalá entre otros. Así mismo existen instrumentos musicales de creación palenquera como el pechiche.

Enraizamiento dentro de la tradición cultural e historia cultural de la comunidad

Las prácticas culturales que constituyen el patrimonio intangible de Palenque de San Basilio han sido constituidas en un largo proceso histórico y de configuración de la comunidad palenquera. Desde los albores de su fundación como pueblo de cimarrones hasta nuestros días, los palenqueros y palenqueras han creado unas expresiones culturales únicas que se anclan en un claro legado africano y en la incorporación de nuevos elementos propios de sus experiencias en América.
Este enraizamiento es tan fuerte que se hace imposible separar dicha tradición cultural e histórica de la comunidad palenquera y su identidad como pueblo. Ya sea que nos refiramos a memoria colectiva sobre las gestas de Benkos Bioho, a la especificidad de su lengua, a los rasgos únicos de sus kuagro, a las excepcionalidad de rituales como el lumbalú o del conocimiento local articulados a las prácticas medicas tradicionales o a los particulares géneros musicales y sus ataduras en la cotidianidad de la vida palenquera, estamos hablando de una tradición cultural viva que define los modos de ser, pensar y de relacionarse de los palenqueros entre sí como la comunidad de afrodescendientes de mayor significancia histórica, lingüística, sociológica y cultural para la diversidad étnica de la nación colombiana.

PERMANENCIA Y POSIBLES RIESGOS DE DESAPARICIÓN

Toda la riqueza del patrimonio intangible de Palenque de San Basilio viene siendo amenazada por factores externos como la discriminación, el conflicto armado, la migración forzada, así como por factores internos como la escasa consolidación de los mecanismos de transmisión de algunas prácticas culturales tradicionales, el débil sentido de pertenencia en algunos sectores con capital escolar de la comunidad palenquera y la desaparición de portadores de las tradiciones. Dentro de las fuentes que ponen en riesgo a Palenque como espacio cultural de patrimonio intangible de la humanidad, se pueden resaltar las siguientes

1. El conflicto armado que afecta a la región en general y a Palenque de San Basilio en particular es una fuente de riesgo ya que amenaza con desplazar a su población, tal como sucedió en el 2001 cuando habitantes del área rural conocida como Bonga tuvieron que abandonar sus parcelas y se deslazaron hacia el poblado de Palenque o hacia la ciudad de Cartagena para conservar sus vidas. En los últimos años, se han dado asesinatos selectivos y una masacre en el pueblo de Palenque (febrero del 2001) por grupos paramilitares. El hecho que Palenque se encuentre en las faldas de los Montes de María que ha sido escenario de disputa territorial entre grupos guerrilleros y paramilitares lo coloca en una situación de alto riesgo de intervención de estos actores armados.

2. En el contexto regional, los palenqueros han sido objeto de discriminación racial, social y lingüística. En Cartagena, principal ciudad y capital del departamento de Bolívar, los palenqueros han sido objeto de burlas y ridiculización por su lengua (que ha sido considerada por la elite racial y social cartagenera como un “español mal hablado”), por su fenotipo (que es interpretado desde los prejuicios racistas y estereotipos raciales coloniales) negándoles igualdad de oportunidades laborales. De la misma manera, circulan sobre las mujeres y hombres palenqueros estereotipos sexistas que los imaginan hiperactivos sexualmente y a las mujeres sostenedoras económicas de su hogar ante la supuesta holgazanería de sus maridos (ya que los cartageneros observan el trabajo de la palenqueras que venden sus frutas o dulces en las calles de la ciudad, mientras que los hombres se dedican a las actividades de la agricultura y ganadería propias de la división sexual del trabajo de los palenqueros). Esta discriminación por los estereotipos no sólo se asientan en Cartagena, sino que se extienden a la región haciendo difícil para los palenqueros mantener sus prácticas culturales e identidad hasta el punto que algunos palenqueros (sobre todo los profesionales y antes del proceso de etnoeducación adelantado por la misma comunidad) prohibían a sus hijos hablar lengua palenquera u otras manifestaciones culturales.

3. La penetración de prácticas culturales homogeneizantes y de sistemas de valores hegemónicos de la sociedad contemporánea se ha profundizado en las últimas décadas con el aceleramiento de la circulación unilateral de imágenes, ideas, personas y productos asociadas al mejoramiento de los sistemas de transporte y de comunicación masiva donde la televisión juega un papel destacado, así como al ampliamiento de la cobertura de la educación formal. Esto ha significado que en algunos palenqueros se hayan consolidado visiones que sub. alternizan las manifestaciones culturales propias de Palenque al considerarlas como indicadores de “atraso” y “subdesarrollo” que deben ser abandonadas en aras de la “civilización” y la “modernidad”. Dicha penetración se encarna en la consolidación de patrones de consumo que representan supuestamente la modernidad y civilización. Esto se reforzaba con la presencia de profesores foráneos y palenqueros que no entienden la especificad de la cultura ha sido una fuente de negación de la lengua y las prácticas sociales palenqueras que a sus ojos aparecen como manifestación del “atraso”. Este proceso se ha revertido en los últimos años con la iniciativa del proceso en etnoeducación de algunos docentes, alumnos y la comunidad.

4. El debilitamiento de los mecanismos de autoridad, prestigio y sanción social basados en la normatividad local constituye otra fuente que pone en peligro la continuidad y recreación de las expresiones culturales mencionadas. Este debilitamiento se debe a la creciente monetarización de relaciones sociales que antes se habían mantenido al margen de la misma, al capital escolar adquirido recientemente por algunos palenqueros y palenqueras y a la emergencia de nuevos dispositivos de autoridad, prestigio y sanción social.

5. El agotamiento paulatino de los modelos locales de producción ante las transformaciones del mercado y la reducción del territorio productivo constituye otra fuente de riesgo de las manifestaciones únicas del espacio cultural de Palenque. Esto ha significado que las condiciones de vida y expectativas de los palenqueros impulsen a la emigración hacia ciudades vecinas o, incluso, hasta centros urbanos en el interior del país o en el exterior (Venezuela, principalmente).

El espacio cultural de Palenque de San Basilio enfrenta riesgos de desaparición de las manifestaciones culturales de la comunidad palenquera si se consolida y refuerza la tendencia a la deculturación encarnada en la ideología desarrollista y del consumo hedonista individualizante así como si la población es objeto de desplazamiento forzado o de si la presente generación de abuelos y abuelas no logran pasar a las nuevas generaciones sus conocimientos y habilidades en los diferentes aspectos de la tradición cultural palenquera.

La tendencia a la deculturación fue particularmente fuerte hasta mediados de la década del ochenta y se asociaba estrechamente a una abierta discriminación racial, cultural y lingüística a la que fueron sometidos los palenqueros y palenqueras en el contexto regional; particularmente en Cartagena. Las prácticas culturales y la lengua palenquera eran percibidas como significante de salvajismo, subdesarrollo e ignorancia desde un discurso desarrollista y racista que hacia una apología ciega a una noción de nación y de ciudadano eurocentrada y monocultural. La lengua palenquera era considerada como ‘español mal hablado’ no sólo por la elite blanca regional, sino también por muchos de los profesores (palenqueros o no) encargados de educar a los niños y adolescentes en Palenque de San Basilio.


Igualmente sucedía con rituales como el lumbalú o con las prácticas de medicina tradicional: mientras que los sacerdotes condenaban las primeras por alejarse de la ortodoxia católica viéndolas como expresiones “del demonio”, los médicos condenaban abiertamente la medicina tradicional y toda la nosografía local de las enfermedades y daños como simple ignorancia. No es extraño, entonces, que aquellos palenqueros que se encontraban en las ciudades de la región y, sobre todo, quienes realizaron estudios universitarios convencionales (médicos, abogados, docentes) fueran agentes de una fuerte tendencia hacia la deculturación de la comunidad palenquera. Aunque esta tendencia todavía existe, desde mediados de los ochenta en Palenque se consolidó una tendencia de valoración cultural que ha buscado la protección de las expresiones culturales y tradiciones palenqueras. Esta tendencia, articulada a un grupo de intelectuales y profesionales de Palenque de San Basilio, ha materializado sus objetivos de salvaguardia del patrimonio cultural en el proceso de etnoeducación y en el Festival de Tambores y Expresiones Culturales logrando revertir en gran parte el discurso discriminatorio y racista sobre Palenque de San Basilio para retomar la identidad palenquera y su derecho a la diferencia cultural como un grupo étnico que constituye la nación colombiana.

La presencia de grupos armados ilegales (guerrillas y paramilitares) son una amenaza constante de desplazamiento de la comunidad palenquera, lo cual significaría una hecatombe sobre las condiciones de existencia y reproducción de todas las expresiones propias de la tradición cultural de San Basilio de Palenque. En caso de ser desplazados del territorio ancestral, la comunidad se encontraría ante unas condiciones extremadamente adversas que les imposibilitaría mantenerse como tal. Es probable que se disperse por las redes de parientes que constituyen la diáspora palenquera a lo largo de la región del Caribe continental.

Finalmente, se presenta el riesgo de que los abuelos y abuelas como los mayores conocedores de las prácticas y tradición cultural mueran sin pasar su legado a las nuevas generaciones. Aunque muchos jóvenes se encuentran aprendiendo manifestaciones culturales como la música, pocos son los que realmente están siendo entrenados para asumir el lugar de las rezadoras y cantadoras del lumbalú o como médicos tradicionales. La brecha generacional, que hoy es sin duda mayor que en cualquier época anterior, explica en parte el por qué se ha hecho más difícil esta transmisión de ciertos aspectos del legado cultural en manos de los abuelos y abuelas hacia las nuevas generaciones